Diputación Foral de Guipúzcoa
Gipuzkoakultura
10 de octubre de 2024

La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi
(1936-39)

Marinos vascos en la Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los marinos vascos estuvieron presentes en casi todos los escenarios bélicos. Un núcleo numeroso sirvió entre las tripulaciones de los buques mercantes o pesqueros de la España franquista, viéndose envueltos en infinidad de incidentes con los buques y aviones de ambos bandos. Pero otro grupo no menos numeroso, que había marchado al exilio una vez acabada la Guerra Civil, sirvió con el bando aliado durante toda la contienda.

Los mercantes y pesqueros de la España franquista, en los que servían marinos vascos fueron víctimas frecuentes de los aviones, submarinos y minas de ambos bandos. A pesar del alineamiento político del régimen de Franco con Alemania e Italia, fueron precisamente submarinos alemanes e italianos los que causaron mayor número de bajas a la Marina mercante del Estado español. El primer barco hundido fue el mercante vasco Banderas, de la Naviera Vascongada, hundido cerca de cabo Villano por el submarino alemán U-53 (18-2-40), y fue otro mercante vasco, el Monte Gorbea, de la Naviera Aznar, el que sufrió el mayor número de bajas en un ataque, cuando fue torpedeado y hundido en el Caribe por el submarino alemán U-512, pereciendo 52 de las 79 personas que iban a bordo (19-9-42).

También fueron muchos los vascos que voluntariamente combatieron junto a los aliados. Muchos marinos vascos exiliados sirvieron a bordo de los mercantes de los países aliados en todos los mares y alguno incluso en las Marinas de Guerra aliadas. Hubo vascos en los desembarcos en Guadalcanal, en Iwo Jima y en otras islas del Pacífico, en las operaciones en el Indico, en el tráfico petrolero por el Caribe, en el Atlántico, en el Mediterráneo, en el desembarco de Normandía, en los raids contra la costa yugoslava, en el Mar Negro, ...

Una presencia singularmente importante de marinos vascos tuvo lugar en las Fuerzas Navales Francesas Libres, creadas por el vicealmirante Muselier para seguir combatiendo contra el Eje, cuando la Francia de Vichy firmó el armisticio con Alemania en 1940. En ellas se alistaron unos pocos marinos vascos refugiados en Francia e Inglaterra después de la Guerra Civil, a la par que lo hacían varias decenas de marinos labortanos, bajonabarros y suletinos. Por primera vez en varios siglos, vascos de ambos lados del Bidasoa combatieron juntos, en el mismo bando.

De su paso por las FNFL nos queda además el primer intento de organizar una unidad militar vasca para combatir con los aliados. Por acuerdo entre el Consejo Nacional Vasco (organismo que sustituyó temporalmente al Gobierno Vasco) y la Francia Libre llegó a organizarse una unidad militar vasca dentro de las FNFL en 1941, el 3er. Batallón de Fusileros Marinos. Las presiones de los ingleses, que querían evitar cualquier acción que pudiera animar al Gobierno de Franco a entrar en guerra, obligaron a disolver la unidad en 1942, sin haber llegado a entrar en combate. Sus componentes pasaron entonces a otras unidades de las Fuerzas Navales y del Ejército de la Francia Libre a título individual. No obstante, el acuerdo firmado tenía una gran significación histórica por tratarse del primer tratado internacional de la era moderna, suscrito por un organismo representativo del pueblo vasco y que, además, tenía una versión en euskera.


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